Perú escaló seis posiciones en el “Índice Global de Complejidad Empresarial 2025” (GBCI), elaborado por TMF Group, pasando del puesto 7 al 13 entre 97 jurisdicciones evaluadas. Esta mejora se atribuye a una relativa estabilidad política, el impulso del trabajo remoto y la digitalización de trámites, lo cual ha facilitado una operación más previsible para las empresas. Sin embargo, TMF advierte que el país aún se ubica entre los 15 más complejos del mundo para hacer negocios y ocupa el séptimo lugar en procesos fiscales y contables, con riesgos latentes como cambios normativos abruptos.
El dinamismo minero sigue siendo el principal factor que sostiene el atractivo empresarial del Perú. El país mantiene una posición estratégica en la producción de cobre, estaño, oro y zinc, todos ellos metales claves para la transición energética global. Este sector continúa liderando el crecimiento del PBI nacional, mientras proyectos logísticos como el puerto de Chancay fortalecen las cadenas de suministro y reducen costos para exportadores mineros. Además, TMF resalta un renovado interés en energías limpias y servicios logísticos, estrechamente vinculados al desarrollo de infraestructura minera.
Si bien se reportan mejoras en digital y expansión del comercio electrónico, la escasa inversión en educación y la baja disponibilidad de mano de obra calificada fuera de Lima siguen limitando el crecimiento de sectores como pesca, retail y construcción. TMF indica que el Perú ocupa el puesto 24 en complejidad para la gestión de talento, y advierte que “la diversificación hacia nuevos mercados puede mitigar los riesgos derivados de la dependencia de los tradicionales”.
Para que el país continúe escalando posiciones en este ranking, TMF sugiere consolidar la transformación digital del Estado y garantizar mayor predictibilidad normativa. La experiencia reciente en el sector minero, con avances en sostenibilidad y expansión internacional, puede ser un modelo replicable para otras industrias. Mientras tanto, sectores como tecnología, servicios compartidos, infraestructura y farmacéutica siguen marcando el ingreso de nuevos actores interesados en el mercado local.