El ministro Montero también remarcó sobre el preocupante aumento de la minería informal e ilegal de cobre en las regiones andinas de Apurímac y Arequipa, aunque señaló que aún representa una fracción menor de la producción total del país.
Por primera vez, el Ministerio de Energía y Minas (Minem), encabezado por Jorge Montero, ha reconocido la existencia de una creciente industria ilegal e informal de cobre en el Perú. Este reconocimiento oficial confirma lo que distintos gremios venían alertando: el avance de esta actividad ilícita no solo afecta el orden fiscal y ambiental del país, sino que ya ha comenzado a ocupar territorios clave concesionados a la minería formal.
Rumbo Minero consultó con Iván Arenas, consultor en temas mineros, sobre en qué otras zonas existe este problema. El especialista explicó que el Corredor Minero Sur, que incluye zonas como Pamputa, Progreso y Grau, ha sido identificado como otro punto crítico. En el distrito de Tapayrihua (Aymaraes), más de 1,600 mineros ilegales han invadido el área del proyecto Los Chancas, donde operan en redes organizadas con apoyo logístico, legal y hasta comunitario. Desde esta zona, entre 200 y 300 camiones diarios transportan mineral rumbo a plantas de procesamiento en Chala y Nazca, Ica, consolidando una cadena paralela de comercialización fuera del control del Estado.
Otro caso es el del paralizado proyecto Conga, en Cajamarca, que contemplaba una inversión de US$ 4,800 millones. Meses antes, el presidente del Consejo Regional de Cajamarca, Karlos Peralta Pérez, advirtió que mineros ilegales han tomado control de la zona, ocasionando pasivos ambientales. En esta región, las zonas más críticas se ubican en Chota y Celendín.
El ministro Montero también remarcó sobre el preocupante aumento de la minería informal e ilegal de cobre en las regiones andinas de Apurímac y Arequipa, aunque señaló que aún representa una fracción menor de la producción total del país. Sin embargo, la alerta no es menor: en Apurímac, los mineros informales han llegado a asentarse incluso dentro del tajo Sulfobamba de la mina Las Bambas, operada por la china MMG.
En Arequipa, crece la preocupación en torno al proyecto Zafranal, liderado por la canadiense Teck y la japonesa Mitsubishi Materials, ante el avance de actividades informales en la zona.
El avance de la minería ilegal de cobre ya no es un fenómeno marginal. El reconocimiento del Minem es un primer paso, pero la magnitud del problema exige acciones urgentes y coordinadas, antes de que más zonas estratégicas de la minería formal sean reemplazadas por operaciones informales, con todas las consecuencias ambientales, sociales y fiscales que ello implica.